Solemne 1 Ética Médica

08.04.2025

Solemne 1 Ética Médica

8 de abril de 2025











integrantes:

   - Lukas Antonucci

-Alfredo Cano

-Nicolas Marín

-Benjamín Sánchez

grupo 9



Introducción.

El presente trabajo busca analizar desde un punto de vista ético la película "El experimento de Milgram". Esta película se basa en el experimento realizado por el psicólogo social Stanley Milgram, quien investigó hasta qué punto las personas estaban dispuestas a obedecer órdenes de una figura de autoridad, incluso cuando estas implicaban dañar la integridad de otros. En dicho experimento, los participantes aplicaban supuestas descargas eléctricas a otro sujeto, quien en realidad era un actor, cada vez que respondía incorrectamente a una pregunta. A lo largo de la película se muestra la perspectiva de los participantes, sus reacciones, y los análisis que el propio investigador realiza a partir de los resultados obtenidos. La investigación de Milgram generó gran controversia por los métodos utilizados y las implicancias éticas de someter a los participantes a altos niveles de estrés psicológico.

Junto a este análisis, se incorpora el documental "El experimento de la prisión de Stanford", que presenta otro estudio de gran impacto en la psicología social. En este caso, el psicólogo Philip Zimbardo diseñó una simulación carcelaria en la que los participantes adoptaban los roles de "guardias" y "prisioneros". Lo que comenzó como un experimento controlado, rápidamente derivó en situaciones de abuso de poder, violencia psicológica y pérdida de identidad, tanto en quienes ejercían autoridad como en quienes la recibían. Este experimento también fue ampliamente cuestionado por sus implicancias éticas y el sufrimiento psicológico al que fueron sometidos los voluntarios.

A partir del análisis de ambos casos, se responderán una serie de preguntas orientadas a reflexionar sobre los conflictos éticos que se plantean en estos experimentos, los valores y principios que se ven vulnerados, y las situaciones que generaron mayor impacto o dilema moral. Asimismo, se establecerán conexiones con situaciones similares ocurridas en nuestro país, se discutirá si la obediencia puede considerarse un valor absoluto, y se analizará el papel de la comunicación asertiva y el trabajo en equipo en la prevención de comportamientos nocivos. Finalmente, se reflexionará sobre el rol que cumple el desarrollo del pensamiento reflexivo en las personas frente a contextos de presión, autoridad o deshumanización.

Desarrollo.

1. ¿Qué conflictos éticos plantean los experimentos revisados?

El proyecto de Milgram:

El experimento careció de consentimiento informado, ya que los participantes no sabían en qué consistiría el estudio ni las posibles repercusiones emocionales que podrían enfrentar al infligir daño a un ser humano, lo que violaba el principio de los valores socio-políticos, limitando la capacidad de decisión de los individuos. Además, aunque los participantes desconocían que las descargas no eran reales, muchos mostraron signos de malestar emocional y tensión durante el experimento, con algunos experimentando temor y preocupación por las consecuencias de sus acciones, lo que podría haber causado un daño psicológico que fue ignorado por los organizadores del estudio. A esto se suma la manipulación emocional ejercida por la figura de autoridad del experimentador, quien presionó a los participantes para que continuaran aplicando descargas a pesar de su incomodidad o dudas, lo cual es éticamente y psicológicamente cuestionable, ya que infringe el principio de "No Maleficencia", dado que no se prioriza el bienestar de los participantes y se enfocaron únicamente en los resultados del estudio. Experimento de la Prisión de Stanford: Durante el experimento de la prisión de Stanford, se evidenció un abuso y maltrato sistemático por parte de los guardias hacia los prisioneros, lo que provocó angustia emocional y estrés significativo, sin que se tomaran medidas adecuadas para detener esta violencia, violando así el principio de Justicia. Además, la falta de supervisión por parte de Zimbardo, quien como director no intervino a tiempo para frenar los abusos, reflejó una grave negligencia ética en relación con la no maleficencia. Asimismo, se infringió la dignidad humana de los participantes al no informarlos de manera completa sobre los riesgos y la violencia a la que serían expuestos, comprometiendo su bienestar físico y psicológico.

2. ¿Qué valores y/o principios fueron vulnerados?¿Por que?

En los experimentos representados en la película El experimento Milgram y el documental sobre la prisión de Stanford se vulneraron varios valores y principios éticos fundamentales, especialmente en el ámbito de la investigación con seres humanos. Uno de los principales valores afectados fue la dignidad humana, ya que los participantes fueron sometidos a situaciones psicológicamente extremas, degradantes y humillantes. En el caso de Milgram, los sujetos fueron inducidos a creer que estaban provocando dolor real a otra persona, generando una profunda angustia emocional. En el experimento de Stanford, los "prisioneros" fueron despojados de su identidad, humillados y maltratados por los "guardias", mientras los investigadores permitían que la situación se deteriorara, atentando contra la integridad y el respeto básico que merece cualquier individuo.

También se vulneró el principio de autonomía, ya que el consentimiento informado no fue realmente transparente ni completo. En Milgram, los participantes no sabían que el experimento era sobre obediencia a la autoridad ni que los gritos de dolor eran falsos. Además, se los presionaba a continuar, lo que limita su libertad de decisión. En Stanford, los participantes firmaron un consentimiento, pero no se les advirtió sobre el posible daño psicológico ni se les facilitó la salida cuando comenzaron a sentirse emocionalmente afectados. En ambos casos, se violó el derecho a decidir con plena conciencia y libertad sobre la participación.

El principio de no maleficencia, que exige evitar causar daño, también fue claramente ignorado. En el experimento de Milgram, varios sujetos experimentaron estrés intenso, culpa y malestar emocional al pensar que estaban haciendo sufrir a otro ser humano. En Stanford, hubo participantes que sufrieron crisis emocionales, episodios de llanto incontrolable y traumas duraderos, sin que se les brindara apoyo psicológico inmediato. La exposición a estos niveles de estrés no fue adecuadamente prevista ni contenida por los responsables.

Asimismo, se transgredió el principio de responsabilidad profesional, ya que los investigadores, tanto Milgram como Zimbardo, permitieron que los estudios continuaran a pesar del sufrimiento evidente de los participantes. En el caso de Zimbardo, incluso participó en el experimento como figura de autoridad, lo cual compromete la objetividad y lo llevó a ignorar señales claras de daño. La falta de intervención oportuna demuestra una negligencia ética grave.

Por último, Consideramos que el principio de justicia fue vulnerado, ya que los riesgos asumidos por los participantes no se compensan con beneficios personales, y se utilizó a personas comunes como instrumentos para obtener conocimiento científico, sin considerar de forma equitativa el impacto que la experiencia tendría en su salud mental y emocional. Aunque ambos estudios aportan hallazgos importantes sobre el comportamiento humano, lo hicieron a expensas del bienestar de quienes participaron, lo cual contradice los estándares éticos actuales que buscan proteger, ante todo, la integridad de las personas.

3. Relate una escena o situaciones que les genero mayor interes, conflictos,

dilemas.

Una de las escenas que más nos generó conflicto y reflexión fue precisamente el inicio del experimento, cuando el "maestro" es introducido a la dinámica de trabajo y se le presenta al "aprendiz" Wallace, sin que se revele que este último forma parte del equipo de investigación. Esta escena nos resultó especialmente impactante porque, como espectadores, compartimos la misma perspectiva limitada del sujeto de estudio: creemos que el experimento es real, y que Wallace está recibiendo descargas eléctricas por equivocarse en sus respuestas. Esto genera un nivel de incomodidad profundo, ya que observamos cómo el "maestro" empieza a mostrar señales de duda, miedo y angustia, pero aún así continúa obedeciendo las instrucciones de la figura de autoridad.

Este momento nos pone en el centro del dilema ético, casi como si nosotros también estuviéramos siendo puestos a prueba. Nos cuestionamos si nosotros habríamos actuado igual, si habríamos tenido el valor de desobedecer, y por qué el "maestro" parece sentirse tan obligado a seguir a pesar de escuchar los gritos de dolor de Wallace. La escena en la que Wallace deja de responder, y se menciona su condición cardíaca, intensifica aún más la tensión, porque plantea la posibilidad de que haya sufrido un daño grave, o incluso la muerte. Esto nos dejó con una sensación de urgencia, de injusticia, y una necesidad de que alguien intervenga y detenga el experimento.

Lo más inquietante es que, una vez que se revela que Wallace no estaba en peligro real, y que todo fue meticulosamente planeado, incluyendo la actuación, la ambientación y la autoridad representada por el delantal gris del experimentador, surgen nuevos cuestionamientos. Aunque se trataba de una simulación, el daño psicológico a los "maestros" fue real. Nos preguntamos si es éticamente justificable llevar a una persona al límite emocional con tal de probar una hipótesis, más aún cuando se trata de infligir dolor a otros. La carga emocional de sentirse responsable del sufrimiento ajeno, aunque sea ficticio, deja huellas, y ahí es donde el experimento, pese a su valor científico, pone en tensión valores humanos fundamentales como la empatía, la conciencia moral y el respeto por la dignidad del otro.

4. ¿En que ejemplos de situaciones sucedidas en nuestro país, puede observar

aquello planteado por los estudios revisados?

Durante el estallido social en Chile en 2019, se vivieron situaciones que reflejan de manera concreta los dilemas éticos y los fenómenos psicológicos observados en los experimentos de Milgram y Zimbardo, especialmente en relación con la obediencia a la autoridad, la pérdida de responsabilidad individual dentro de estructuras jerárquicas, y la deshumanización del otro.

Uno de los aspectos más notorios fue el uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del Estado, particularmente Carabineros. Se documentaron múltiples casos de violaciones a los derechos humanos: disparos injustificados, mutilaciones oculares, detenciones arbitrarias y maltratos físicos y psicológicos a manifestantes. En este contexto, muchos funcionarios justificaron sus acciones apelando a que "estaban cumpliendo órdenes", una justificación que se alinea directamente con los resultados del experimento de Milgram, donde personas comunes eran capaces de infligir daño a otros si una figura de autoridad se los ordenaba. En ambos casos, la obediencia se impone sobre la conciencia moral, desplazando la responsabilidad individual hacia una autoridad superior.

Por otro lado, el experimento de Zimbardo ayuda a comprender cómo el entorno institucional, el anonimato y el rol asignado pueden influir profundamente en la conducta de los individuos. En el estallido social, muchos agentes actuaron en grupos, con uniforme, en contextos de alta tensión, donde se generó una separación clara entre "ellos" (los manifestantes) y "nosotros" (las fuerzas del orden). Esto favoreció la despersonalización del otro, permitiendo conductas agresivas y represivas que, en condiciones normales, serían impensables. Al igual que los "guardias" en el experimento de Stanford, algunos carabineros adoptaron conductas abusivas y desproporcionadas, no necesariamente por maldad individual, sino por el poder que el contexto y el rol les otorgaban.

Ambos experimentos nos permiten entender que el comportamiento humano está fuertemente condicionado por el contexto y las estructuras de poder. El estallido social chileno mostró cómo, en momentos de crisis, estas dinámicas pueden escalar rápidamente y vulnerar derechos fundamentales si no existen límites éticos claros, supervisión adecuada y una cultura institucional que valore la dignidad y los derechos humanos por sobre la obediencia ciega o la lógica represiva.

5. ¿Es la obediencia un valor absoluto? Si, no. Cuando sí, cuando no?

La obediencia no debe considerarse un valor absoluto, ya que es altamente influenciable por el contexto social, emocional y jerárquico en el que se encuentra la persona. Si bien en ciertos escenarios puede ser necesaria como en situaciones que requieren coordinación, disciplina o respeto por normas legítimas, también puede volverse peligrosa cuando lleva a los individuos a actuar en contra de sus principios, valores o conciencia moral. La obediencia ciega, especialmente frente a figuras de autoridad, puede hacer que una persona se desligue de su identidad, actuando de formas que jamás habría imaginado por iniciativa propia. En la película El Experimento de Milgram, se evidencia esta problemática a través del testimonio de una mujer que, tras participar en el experimento, experimentó una profunda angustia al darse cuenta de que había seguido órdenes que contradecían sus valores más fundamentales. Su obediencia no solo la llevó a causar daño, aunque fuera simulado, sino también a enfrentarse posteriormente con sentimientos de culpa y conflicto interno. Este caso refleja cómo la obediencia, cuando no es reflexiva ni crítica, puede tener consecuencias éticas y emocionales graves, demostrando que su valor depende del contexto, de la intención y de los límites que cada persona esté dispuesta a establecer.

6. ¿Qué características de la comunicación asertiva y del trabajo en equipo

pueden favorecer y/o evitar

La comunicación asertiva y el trabajo en equipo desempeñan un rol crucial en la prevención de comportamientos dañinos como los observados en los experimentos de Milgram y Zimbardo, donde la obediencia ciega y la toma de roles autoritarios generaron graves consecuencias psicológicas. En primer lugar, la comunicación asertiva se basa en la capacidad de expresar pensamientos, emociones y necesidades de manera clara, directa y respetuosa, sin agredir ni someterse. Esta habilidad es esencial para que los individuos se sientan con la libertad y la seguridad de cuestionar órdenes injustas o situaciones que atenten contra sus principios éticos o el bienestar de otros. En el caso del experimento de Milgram, muchos participantes continuaron aplicando supuestas descargas eléctricas debido a la presión de la autoridad, sin atreverse a decir "no". Una comunicación asertiva les habría permitido expresar su incomodidad o negarse sin experimentar culpa o temor a ser juzgados. Asimismo, en el experimento de la prisión de Stanford, los roles asumidos por los participantes llevaron a una escalada de abuso de poder. Si se hubiera fomentado un entorno de diálogo abierto y expresión emocional, tanto los "guardias" como los "prisioneros" habrían tenido más herramientas para identificar los límites éticos y detener conductas inapropiadas a tiempo.

Por otro lado, el trabajo en equipo saludable implica una organización basada en la cooperación, la empatía y la corresponsabilidad, donde todos los miembros participan activamente en la toma de decisiones y en el cuidado del grupo. Una estructura colaborativa y horizontal favorece el cuestionamiento ético, ya que no se depende únicamente de una figura de autoridad. Además, el liderazgo positivo y la claridad en los roles evitan ambigüedades que puedan desencadenar abusos de poder, como sucedió en el experimento de Stanford, donde Zimbardo asumió el doble rol de investigador y alcaide, lo que comprometió su objetividad. En un equipo bien conformado, la escucha activa, el respeto mutuo y el apoyo emocional fortalecen el sentido de pertenencia y promueven un ambiente donde se protegen los derechos individuales. De esta manera, tanto la comunicación asertiva como el trabajo en equipo no solo mejoran la interacción entre personas, sino que también actúan como factores protectores frente a la manipulación, el conformismo y la despersonalización. En contextos de presión social o jerarquía, estas herramientas permiten a los individuos mantener una postura ética y actuar con responsabilidad, priorizando el bienestar común por sobre la obediencia ciega o el cumplimiento de órdenes injustificadas.

7. ¿Creen ustedes que el desarrollo del pensar reflexivo en las personas puede

jugar un rol relevante ante las situaciones en los experimentos? ¿Por qué?

Como grupo consideramos que el desarrollo del pensamiento reflexivo desempeña un rol fundamental ante las situaciones observadas en el experimento de Milgram y en el experimento de la prisión de Stanford. Ambos estudios ponen en evidencia cómo los individuos pueden adoptar conductas éticamente cuestionables cuando se encuentran bajo la influencia de figuras de autoridad o insertos en dinámicas de poder estructuradas, sin necesariamente cuestionar la legitimidad o las consecuencias de sus acciones.

En el experimento de Milgram, muchos de los participantes obedecieron órdenes de infligir lo que creían eran descargas eléctricas dolorosas a otra persona, simplemente porque una figura de autoridad en este caso, el experimentador, se los indicaba. Esta obediencia automática refleja la ausencia de una deliberación crítica en el momento de actuar, priorizando el mandato externo por sobre el juicio moral individual.

De manera similar, en el experimento de Stanford, los participantes que asumieron el rol de "guardias" adoptaron comportamientos abusivos hacia los "prisioneros", lo que evidencia cómo la interiorización acrítica de un rol social puede facilitar la desinhibición moral y la deshumanización del otro. En ambos casos, el contexto estructurado impuso normas y roles que no fueron cuestionados, lo que contribuyó a la perpetuación de conductas nocivas.

Ambos estudios mostraron cómo individuos comunes pueden llegar a actuar de forma contraria a sus principios éticos bajo presión de la autoridad en el caso de Milgram o del contexto institucional en el caso de Stanford. Sin embargo, también evidencian que no todos los participantes actuaron igual: algunos se resistieron, dudaron o cuestionaron lo que ocurría. Esa diferencia puede explicarse, en parte, por el grado de pensamiento reflexivo que tenían.

El pensamiento reflexivo permite cuestionar órdenes, analizar críticamente el entorno y reconocer cuándo una acción, aunque esté legitimada por una figura de poder, va contra los valores personales o los derechos de otros. En el experimento de Milgram, por ejemplo, hubo personas que se negaron a continuar con las descargas eléctricas pese a la presión del investigador. En el de Stanford, algunos participantes sintieron remordimiento o malestar por su comportamiento. Estas reacciones muestran que, cuando se activa el pensamiento crítico y ético, se pueden resistir dinámicas deshumanizadoras.

En este sentido, el pensamiento reflexivo, entendido como la capacidad de analizar nuestras propias acciones, evaluar las implicancias éticas y distanciarnos críticamente del rol o contexto en el que estamos insertos, resulta esencial para mantener una conducta ética y autónoma. Su desarrollo fortalece la capacidad moral del individuo y su resistencia ante influencias externas que puedan llevarlo a transgredir principios fundamentales de respeto, empatía y justicia.

Conclusión

A través del análisis de los experimentos de Milgram y Zimbardo, así como de los principios éticos fundamentales, es posible comprender cómo el comportamiento humano puede verse profundamente influenciado por la autoridad, el contexto y la presión social. Estos casos nos permiten reflexionar críticamente sobre la importancia de actuar con conciencia moral, especialmente en profesiones como la medicina, donde las decisiones tienen un impacto directo en la vida de las personas. La obediencia, si bien puede ser útil en determinados contextos, no debe asumirse como un valor absoluto, ya que puede conducir a la pérdida de juicio ético si no se acompaña de reflexión, empatía y responsabilidad. En este sentido, la formación ética en el ámbito de la salud no solo debe centrarse en el conocimiento teórico, sino también en el desarrollo de habilidades como la comunicación asertiva, el trabajo en equipo y el pensamiento crítico. Solo así será posible formar profesionales capaces de enfrentar situaciones complejas sin perder de vista los valores que sostienen una medicina verdaderamente humana.

Bibliografía

1. Aesthethika. (n.d.). El experimento de Stanley Milgram: Cuestiones éticas y metodológicas. Aesthethika. Retrieved April 8, 2025, from https://www.aesthethika.org/El-experimento-de-Stanley-Milgram-cuestiones-eticas-y-metodologicas 

2. Explorable. (n.d.). Ética del experimento de Milgram. Explorable. Retrieved April 8, 2025, from https://explorable.com/es/etica-del-experimento-de-milgram 

3. Simply Psychology. (n.d.). The Stanford Prison Experiment. Simply Psychology. Retrieved April 8, 2025, from https://www.simplypsychology.org/zimbardo.html 

4. Aithor. (n.d.). Ethical issues with the Stanford Prison Experiment. Aithor. Retrieved April 8, 2025, from https://aithor.com/essay-examples/ethical-issues-with-the-stanford-prison-experiment

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